Nuestro primer consejo es no abusar de los productos
procesados y consumir siempre que sea posible productos frescos, por ello se
debe tener en cuenta que los productos más básicos y saludables incluirán un
ingrediente (frutos secos, legumbres, arroz integral, aceite de oliva virgen
extra) o, como mucho, dos o tres (yogur natural de soja, pan o pasta integral,
tofu, copos de avena, tomate en conserva).
Los procesados o ultraprocesados contienen ingredientes
nada recomendables, como harinas refinadas, azúcar añadido, sal en exceso y
grasas de mala calidad, por ello conviene no abusar de estos.
Para saber cómo evitarlos, te mostramos algunos
consejos:
- El orden de los ingredientes está determinado por
ley, por el porcentaje de mayor a menor contenido. Si el azúcar ocupa uno de
los tres primeros lugares, el producto es en su mayoría azúcar.
- El azúcar añadido aparece a menudo ocultado a
través de sinónimos. Hay decenas y, en ocasiones, aparecen combinados en un
mismo producto para distraer la atención y situarse más abajo en la etiqueta:
sacarosa, glucosa, dextrosa, fructosa, “jarabe de”, “sirope de”, “melaza de”,
sucrosa o maltosa son algunos de ellos.
- Aunque las palabras “sal” y “sodio” a menudo se
utilizan como sinónimos, cada mg de sodio representa 2,54 mg de sal común, por
lo que el contenido puede parecer mucho menor y la diferencia entre ambos
términos nos puede llevar a confusión. Como regla general, debemos evitar
aquellos productos que contengan mucha sal, es decir más de 1,25 g por cada 100
gramos.
- El peligro de las grasas no viene determinado por
su cantidad sino por su origen. Nuestro cuerpo necesita las grasas saturadas y
debe evitar las grasas trans. Las grasas procedentes del aceite de oliva o de
girasol son grasas saludables. Evita, en medida de lo posible, las grasas
hidrogenadas y las grasas vegetales refinadas de semillas, aceite de coco o
palma.
- Las harinas refinadas , pese a que por desgracia
se encuentran entre la mayoría de los hidratos de carbono que consumimos a
diario, tales como la harina de trigo, la fécula o el almidón de patata, entre
otras, pueden ser sustituidas, resultando más saciantes y nutritivas, por
cualquier pan, pasta o arroz que contenga un mínimo del 70% de harina integral.
Esperamos que estos consejos os resulten útiles,
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No dudes en visitar nuestra web de asesoramiento nutricional:
Excelente
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