LA DIETA DISOCIADA


Recibo muchas consultas sobre las diferentes dietas que hay en el mercado, así que he pensado que estaría bien dar pequeñas pinceladas sobre cada una de ellas para que tengamos los conceptos claros…

Pero antes es de obligado cumplimiento para mi comentaros que antes de decidir seguir una dieta os pongáis en contacto con un/a dietista diplomad@, para que os indique cuál es la dieta más apropiada para vosotros. Ést@ tendrá en cuenta tus hábitos alimentarios, tu ritmo de vida y tus horarios que serán claves para que la dieta tenga éxito y no pongas en riesgo tu salud.

Dicho esto, la dieta de la que hablaremos hoy es la dieta disociada.

Es una de las dietas que ha estado más de moda en estos últimos tiempos. Este tipo de dietas se basa en que no se pueden mezclar los alimentos en una misma comida. El principal argumento que aportan los adeptos a este tipo de dieta es que no contribuyen al aumento de peso las calorías o la energía de los alimentos, sino el consumo de determinadas combinaciones de éstos.

Según esta dieta, el sistema digestivo no estaría adaptado para asimilar en conjunto grasas, proteínas y azúcares, pero sí por separado. Sin embargo, la realidad es que nuestro sistema digestivo está diseñado para digerir y absorber en cada uno de sus niveles los diversos nutrientes que contienen los alimentos.

El principal objetivo de este tipo de dieta es perder peso en poco tiempo, en concreto, se busca movilizar los depósitos de grasa de organismo, quemar las reservas de glucógeno y eliminar agua. En una semana se pueden llegar a perder 5 kilos, ya que el consumo de calorías al día es inferior a las 1.000, pero este aporte tan reducido de calorías puede conllevar graves consecuencias…

Veamos cuáles son los inconvenientes:

Los principales inconvenientes son que no tiene un fundamento científico, que se limita o incluso se prohíben alimentos tales como el pan o el aceite y que no corrige hábitos dietéticos desequilibrados sino que los potencia. Si se sigue durante mucho tiempo pueden aparecer déficits de vitaminas y minerales.

Si seguimos durante mucho tiempo una dieta con muy bajo valor calórico como la disociada nos puede provocar alteraciones gastrointestinales, malestar general, mareos, sequedad de la piel, intolerancia al frío, pérdida de cabello, insomnio, ansiedad, contracturas musculares, estreñimiento e irritabilidad.

Todas las dietas que nos provocan una pérdida rápida de peso también nos provocan, en un alto porcentaje de las veces, el temido efecto rebote, ya que esta reducción no se produce a partir de la grasa almacenada, sino de masa muscular y líquidos.

Por último, debes tener presente que no porque una dieta le haya funcionado a tu vecin@, amig@ o familiar significa que te vaya a funcionar a ti, cada persona es diferente, nuestro metabolismo funciona de forma diferente y nuestros hábitos también lo son. Desde este blog te recomiendo que contactes con un/a dietista diplomad@ y él/ella  te indicará qué dieta se adapta más a ti.

No lo dudes, ponte en contacto ahora mismo con una dietista diplomada clickando aquí, ella te dirá qué dieta seguir sin poner en riesgo tu salud.

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